Dr. Samuel Christian Friederich Hahnemann
Samuel Christian Hahnemann nació en Dressen, pequeña ciudad perteneciente al norte de Sajonia, Alemania, en 1755. A pesar de pertenecer a una familia pobre, recibió una buena educación y estudió química y medicina en las universidades de Leipzig, Erlangen y Viena. Después de obtener el título de médico en 1779, instaló un consultorio. Hahnemann trabajó como médico y además escribía artículos y libros sobre medicina. En esos textos protestaba contra las prácticas médicas aberrantes de su época, sobre todo contra las sangrías, las purgas y las dosis drásticas de medicamentos que perjudicaban e intoxicaban a los pacientes, con efectos secundarios espantosos. Hahnemann se sintió cada vez más decepcionado por ello y entonces abandonó la profesión de médico para trabajar como traductor ya que sabía varios idiomas además de leer y escribir en griego y latín.
En 1790, mientras traducía un Tratado de Materia Médica del Dr. William Cullen, Hahnemann leyó un fragmento acerca de la quina, o cinchona, que le llamó poderosamente la atención. En su libro, Cullen afirmaba que la quina o cinchona era un excelente tratamiento para las malaria (en la antigüedad se hablaba de fiebres tercias y cuartas) debido a sus propiedades astringentes. Hahnemann pensó que esto no tenía sentido ya que, como químico, era consciente de que existían otros astringentes mucho más poderosos que no producían absolutamente ningún efecto en la malaria. Hahnemann que apoyaba la idea de conocer el efecto de las sustancias medicamentosas en la persona sana decidió tomar el mismo la quina y ver qué pasaba. Durante varios días tomó una cantidad de cinchona y tomó nota detallada de todo lo ocurrido en su organismo. Para su sorpresa, presentó uno a uno los síntomas de la malaria, a pesar del hecho de que no padecía realmente la enfermedad. Los síntomas se repetían cada vez que tomaba una dosis de quinina, y se prolongaban durante varias horas. Si no la ingería, no presentaba síntomas. Se preguntó si quizás la quina era capaz de curar las fiebres porque ella misma era capaz de provocarlas. Quiso comprobar si este fenómeno le ocurría solo a él o también se daba en otras personas y para comprobar su teoría, repitió las dosis de quinina - que llamó pruebas - en personas a las que conocía bien, y volvió a anotar las reacciones de forma observando como también en estos caso aparecían fiebres tras la toma de cierta cantidad de quina. Luego repitió el proceso utilizando otras sustancias que se utilizaban como medicamentos en aquella época, como el arsénico, el acónito, la belladona etc. y administraba diversas cantidades de estas sustancias a personas sanas. Las pruebas se llevaron a cabo en condiciones estrictas y a quienes se sometían a ellas no se les permitía comer ni beber nada que pudiera confundir los resultados, como el alcohol, el té, el café y alimentos salados o condimentados. Hahnemann fue anotando minuciosamente los diversos síntomas que iban apareciendo en las personas sanas tras la toma de las diferentes sustancias. Una vez recogido todos estos datos quiso comprobar si su hipótesis se cumplía por lo que empezó a dar las diferentes sustancias que había experimentado en personas sanas a enfermos que tuvieran los mismos síntomas que los aparecidos en experimentación y observó que cuando daba la sustancia con fines curativos, al principio se intensificaban los síntomas de la enfermedad y luego iban desapareciendo progresivamente hasta la curación de la persona. Pensó que quizás la agravación inicial de los síntomas se debía a que había administrado demasiada sustancia con fines curativos y decidió disminuir la cantidad que daba. All hacer esto el empeoramiento inicial se iba atenuando y la curación se establecía más rápidamente. Hubo un momento en el que ya no era posible disminuir más la cantidad de medicamento por lo que comenzó a diluirlo y observó que cuanto más diluía la sustancia medicamentosa, más rápidamente se curaba el enfermo y los síntomas de agravación inicial no aparecían. Fue de esta forma como Hahnemann desarrolló el método homeopático. Tras 6 años de experimentación Hahnemann publica en 1976 sus trabajos bajo en nombre de "Ensayo sobre un nuevo principio para descubrir las virtudes curativas de las sustancias medicinales".
Posteriormente Hahenemann y muchos de sus discípulos fueron ampliando el trabajo experimental y clínico lo que nos permite hoy en día contar con un gran número de medicamentos homeopáticos de enorme eficacia en un sin fin de patologías y sin efectos secundarios ni contraindicaciones.