Dra. Mª DOLORES TREMIÑO SAN EMETERIO
Un viaje que empezó en 1981 ....
Voy a contarles como un médico comienza a caminar por la senda de las terapias energéticas relatándoles mi trayectoria como profesional de la medicina a lo largo de estos años dedicados al tratamiento holístico de la persona enferma.
Nací en Valladolid, siempre deseé ser médico por lo que estudié medicina, y en 1980 me licencié en Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid.
Cuando terminé mi licenciatura quise optar al grado de Doctor por lo que me fui a Oviedo para trabajar en mi Tesis Doctoral con el Dr. Antonio Pérez Casas, Catedrático de Anatomía Humana en la Facultad de Medicina de Oviedo. Leí mi Tesis doctoral en octubre de 1983, obteniendo la calificación de sobresaliente Cum Laude.
Mientras trabajaba en mi tesis doctoral inicié mis estudios de Acupuntura en la Universidad de Burdeos (Francia), pudiendo compaginar ambas actividades ya que las clases de Acupuntura tenía lugar un fin de semana cada tres, y en 1983, tras los tres años que duró el programa de formación, obtuve mi "Diplôme D´Etudes Universitaires en Acuponcture". En octubre de ese año, entusiasmada con lo que había aprendido y comprendiendo que tenía en mis manos una poderosa herramienta para curar muchas enfermedades y aliviar otras tantas, abrí en Valladolid mi consulta y comencé mi actividad profesional como médico acupuntor.
Alguien puede preguntarse cómo se me ocurrió estudiar Acupuntura en aquellos años; pues bien, la respuesta es muy sencilla, "pura experiencia clínica". Estando yo cursando mi quinto año de medicina, mi madre tuvo una lumbociatálgia que la mantenía en cama con dolor desde hacía un par de semanas a pesar del tratamiento que llevaba. Fue tratada por un médico acupuntor que acudió a nuestra casa, y tras la primera sesión de acupuntura en la que ese doctor la implantó una serie de agujas en diferentes puntos del cuerpo durante unos 20 minutos, el cuadro doloroso remitió por completo, mi madre se levantó de la cama y retomó su actividad aunque el tratamiento se completó con alguna sesión más de Acupuntura. A mi me impresionó la eficacia de esa técnica que yo desconocía por completo, y animada por mis padres que quedaron igualmente impactados, decidí aprenderla. Indagando me enteré que en varias universidades en Francia había programas de enseñanza en Acupuntura y elegí la Universidad de Burdeos para realizar la especialidad dado que los dos primeros años de estudios coincidía con mi estancia en Oviedo preparando mi tesis doctoral y el desplazamiento a Burdeos aún siendo muy largo, era asumible. A medida que iba profundizando en la medicina china me iba apasionando cada vez más y fue de esta forma como me inicié en la terapias energéticas. El estudio de la Acupuntura me permitió ampliar mi visión del ser humano y en especial del hombre enfermo, comprendí la dimensión holística de la persona, que la enfermedad no se da de forma aislada, que forma parte de un desequilibrio global, que para tratar una parte hay que tratar el todo, comprendí que el mejor tratamiento es aquel que pone en marcha y respeta los mecanismos naturales de curación del cuerpo... Mi visión de la enfermedad se fue ensanchado y tomando otra dimensión. Me sentía muy afortunada por el conocimiento que había adquirido, por haber ampliado mi formación médica por poder incorporar una herramienta terapéutica más a mi actividad profesional, y poco podía yo imaginar por donde me iba a llevar ese camino que con tanta ilusión e inocencia empecé en esos años.
El estudio de la Acupuntura, y por tanto de la medicina tradicional china me abrió la mente a un nuevo mundo, a una nueva posibilidad. Comprendí que había otras formas de tratar a las personas enfermas a parte de lo que me habían enseñado en la Facultad de Medicina, y decidí seguir ese camino ya que la vida me iba ofreciendo esa posibilidad. Mientras estudiaba Acupuntura en Burdeos conocí la Homeopatía. Muchos de mis compañeros médicos franceses se trataban con estos medicamentos y utilizaban la Homeopatía en sus pacientes; yo veía que en todas las farmacias ponía "Homeopathie" y además me enteré que la Homeopatía estaba integrada en Francia en el Sistema Nacional de Salud, por lo que tanto las consultas médicas como los medicamentos homeopáticos eran sufragados por la Seguridad Social. En España, en aquella época, la Homeopatía era prácticamente una desconocida, por lo que animada por los testimonios de mis compañeros médicos franceses, que se referían a la Homeopatía como una terapia muy eficaz y sin efectos secundarios, decidí formarme también en esta disciplina e inicié mis estudios de Homeopatía, también en la Universidad de Burdeos, estudios que duraron otros tres años, con clases también durante los fines de semana, a razón de dos fines de semana al mes lo que me permitió compaginar el estudio de esta especialidad con mi consulta privada.
Yo me instalé un mi ciudad natal, Valladolid, como médico acupuntor en 1983 y fui incorporando poco a poco mis conocimientos de Homeopatía a medida que mis estudios sobre esta materia iban avanzando. Tuve la gran suerte de tener como profesor de Homeopatía al Dr. Denis Demarque, eminente homeópata francés con quien, posteriormente, tuve el inmenso privilegio de dar clases cuando la homeopatía en España comenzó a desarrollarse.
De 1984 a 1994, además, trabajé como médico colaborador en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, cuyo Jefe de Servicio, el Dr. Izquierdo Rojo me propuso realizar tratamientos de acupuntura en su departamento, centrándome fundamentalmente en la terapia del dolor. Posteriormente incorporé también los tratamientos homeopáticos en los casos en lo que eran de utilidad.
Durante varios años mi ejercicio médico clínico se centró en la Homeopatía y en la Acupuntura, además de desarrollar una extensa labor docente en el campo de la Homeopatía, impartiendo clases de esta materia en Colegios de Médicos y de Farmacéuticos de numerosas ciudades españolas. En 1994 la Universidad de Valladolid creó un título de "Especialista Universitario en Homeopatía" siendo yo directora docente y profesora del mismo hasta el año 2010 en que se celebró la séptima y última edición del mismo.
En 1996, una compañera y amiga médico organizó unos cursos sobre una una técnica desarrollada por una terapeuta americana Chloe Woodsworth, y me recomendó que los hiciera porque eran muy interesantes. El método se llama "Resonance Repatterning" y es una técnica que nos permite experimentar cambios positivos en nuestra vida al reconocer y cambiar las limitaciones que podamos tener tanto en el campo de la salud, como de las relaciones, el trabajo o en cualquier otro área de la vida. Aprendí este método para uso personal con el objetivo de mejorar áreas de mi vida, pero cuando vi los cambios que yo iba experimentando así como los que ocurrían en el resto de las personas que utilizaban el método decidí incorporarlo en mi consulta. Es un método de gran belleza por la profundidad y facilidad con la que se llega al núcleo de los problemas y sorprendente la rapidez de los cambios positivos que se experimentan. En esta terapia se utiliza un test de Kinesiología para verificar la resonancia que tiene el paciente con todo lo que va saliendo a lo largo de la sesión. Y tras la terapia verificamos de nuevo mediante la Kinesiología los cambios que se han producido en la persona. Esta ha sido la forma en que yo conocí la Kinesiología y me pareció una extraordinaria herramienta de exploración, por lo que tomé la decisión de profundizar en la técnica cuando me fuera posible.
La oportunidad me llegó al poco tiempo, cuando un compañero mío de Gijón me comunicó que organizaba un curso de "Kinesiología holística" en el colegio de médicos de su ciudad. Obviamente me inscribí en el curso que era impartido por el Dr. Patrick Bache, médico odontólogo francés, afincado en Barcelona desde hacía varios años y experto en esta materia que a su vez el aprendió y perfeccionó en la escuela del Dr. Gian-Mario Espósito-Varese (médico odontólogo italiano). Esta técnica me impactó; yo que pensé que con la Homeopatía y la Acupuntura lo "había visto todo" me di cuenta que hay otras cosas, otras técnicas y otros medios muy útiles en el diagnóstico y tratamiento de los enfermos. Desde que terminé mi formación en kinesiología incorporé esta técnica diagnóstica a mi práctica médica habitual. El Dr. Bache me habló también de lo eficaz que resultaba la combinación de la Kinesiología como método diagnóstico o de evaluación y la Biorresonancia como instrumento terapéutico. Me dijo que con ambas se conseguían muy buenos resultados en un gran número de enfermedades y que muchos médicos ya lo aplicaban. Confié en sus palabras y después de confirmar los resultados con otros compañeros que utilizaban ambos métodos, incorporé a mi consulta un aparato de Biorresonancia Bicom que utilizo en la mayoría de mis pacientes. Estoy muy agradecida al Dr. Bache por lo que me enseñó. Hoy en día, para mi, la Kinesiología y la Biorresonancia son dos herramientas muy importantes en mi quehacer médico. La exploración Kinesiológica que realizo me da información acerca de las causas que pueden estar en el origen de la enfermedad, y con la Biorresonancia Bicom se corrigen muchas de esas causas. Además siempre utilizo la Homeopatía como tratamiento médico y utilizo la farmacología convencional cuando el caso lo requiere.
Estos territorios terapéuticos en los que me muevo han hecho de mi una "exploradora" infatigable y me han llevado a interesarme por otras técnicas que una vez estudiadas y valoradas en profundidad van enriqueciendo mi conocimiento y mi práctica médica.
También conocí al Dr. Isaac Goiz en Italia, en un curso que impartía sobre su técnica del par biomagnético, cuando en España aún no se conocía. Y también me he formado en Sintergética, con los Doctores Jorge Carvajal y Fermín Moriano. La Sintergética es una técnica que aúna e integra el conocimiento de diferentes técnicas energéticas como la acupuntura, la homeopatía, la kinesiología, la biorresonancia e integra toda la actualidad del conocimiento de la psico-neuro-endocrinología.
A todo esto tengo que añadir otra técnica terapéutica que he aprendido que se llama NAET, siglas que corresponden a "Nambudripad's allergy elimination techinques". Se trata de una técnica que combina la kinesiología como herramienta diagnóstica y la acupuntura como terapéutica para corregir algunas alergias que pueden ser la causa de muchas enfermedades.
Como mi deseo de aprendizaje no tiene límites, y siempre pienso que la vida me va poniendo en el camino aquello que necesito, hace ya unos años conocí, a través de una buena amiga y compañera, otra técnica muy interesante que se llama PNIT, siglas que provienen del término Psico Neuro-Inmunoterapia o técnica Solarte. Es un médico colombiano, el Dr. Armando Solarte quien ha desarrollado este método y tuve el honor de comenzar mi formación con él en julio de 2014. Esta técnica te da una visión más amplia aún de la salud y de la enfermedad y proporciona técnicas manuales muy interesantes para algunos procesos patológicos además de profundizar en la relación médico-paciente y en la ayuda que como personas podemos brindar a nuestros pacientes.
Mi aprendizaje de técnicas energéticas ha ido de la mano del estudio de todas las demás áreas de la medicina tanto a nivel diagnóstico como terapéutico ya que el conocimiento médico avanza rápidamente y es un desafío mantenernos al día.
El relato de mi trayectoria profesional es largo, porque es largo el tiempo que llevo ejerciendo la medicina. Esta es una profesión en la que nunca se deja de aprender cosas y me apetecía contarles como la vida me ha ido llevando por este sendero de la medicina energética. Creo firmemente que el futuro de la medicina pasa por la integración de todas estas terapias y otras en el quehacer médico. No puede ser de otra forma. Necesitamos ir hacia una medicina más eficaz y sin efectos secundarios. Tenemos que aprovechar lo mejor de la medicina convencional y lo mejor de las terapias médicas no convencionales. Esta es la filosofía de la medicina integrativa que aspira a integrar todo el conocimiento y experiencia médica en beneficio de nuestros pacientes. Y yo, sigo aprendiendo....
Nací en Valladolid, siempre deseé ser médico por lo que estudié medicina, y en 1980 me licencié en Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid.
Cuando terminé mi licenciatura quise optar al grado de Doctor por lo que me fui a Oviedo para trabajar en mi Tesis Doctoral con el Dr. Antonio Pérez Casas, Catedrático de Anatomía Humana en la Facultad de Medicina de Oviedo. Leí mi Tesis doctoral en octubre de 1983, obteniendo la calificación de sobresaliente Cum Laude.
Mientras trabajaba en mi tesis doctoral inicié mis estudios de Acupuntura en la Universidad de Burdeos (Francia), pudiendo compaginar ambas actividades ya que las clases de Acupuntura tenía lugar un fin de semana cada tres, y en 1983, tras los tres años que duró el programa de formación, obtuve mi "Diplôme D´Etudes Universitaires en Acuponcture". En octubre de ese año, entusiasmada con lo que había aprendido y comprendiendo que tenía en mis manos una poderosa herramienta para curar muchas enfermedades y aliviar otras tantas, abrí en Valladolid mi consulta y comencé mi actividad profesional como médico acupuntor.
Alguien puede preguntarse cómo se me ocurrió estudiar Acupuntura en aquellos años; pues bien, la respuesta es muy sencilla, "pura experiencia clínica". Estando yo cursando mi quinto año de medicina, mi madre tuvo una lumbociatálgia que la mantenía en cama con dolor desde hacía un par de semanas a pesar del tratamiento que llevaba. Fue tratada por un médico acupuntor que acudió a nuestra casa, y tras la primera sesión de acupuntura en la que ese doctor la implantó una serie de agujas en diferentes puntos del cuerpo durante unos 20 minutos, el cuadro doloroso remitió por completo, mi madre se levantó de la cama y retomó su actividad aunque el tratamiento se completó con alguna sesión más de Acupuntura. A mi me impresionó la eficacia de esa técnica que yo desconocía por completo, y animada por mis padres que quedaron igualmente impactados, decidí aprenderla. Indagando me enteré que en varias universidades en Francia había programas de enseñanza en Acupuntura y elegí la Universidad de Burdeos para realizar la especialidad dado que los dos primeros años de estudios coincidía con mi estancia en Oviedo preparando mi tesis doctoral y el desplazamiento a Burdeos aún siendo muy largo, era asumible. A medida que iba profundizando en la medicina china me iba apasionando cada vez más y fue de esta forma como me inicié en la terapias energéticas. El estudio de la Acupuntura me permitió ampliar mi visión del ser humano y en especial del hombre enfermo, comprendí la dimensión holística de la persona, que la enfermedad no se da de forma aislada, que forma parte de un desequilibrio global, que para tratar una parte hay que tratar el todo, comprendí que el mejor tratamiento es aquel que pone en marcha y respeta los mecanismos naturales de curación del cuerpo... Mi visión de la enfermedad se fue ensanchado y tomando otra dimensión. Me sentía muy afortunada por el conocimiento que había adquirido, por haber ampliado mi formación médica por poder incorporar una herramienta terapéutica más a mi actividad profesional, y poco podía yo imaginar por donde me iba a llevar ese camino que con tanta ilusión e inocencia empecé en esos años.
El estudio de la Acupuntura, y por tanto de la medicina tradicional china me abrió la mente a un nuevo mundo, a una nueva posibilidad. Comprendí que había otras formas de tratar a las personas enfermas a parte de lo que me habían enseñado en la Facultad de Medicina, y decidí seguir ese camino ya que la vida me iba ofreciendo esa posibilidad. Mientras estudiaba Acupuntura en Burdeos conocí la Homeopatía. Muchos de mis compañeros médicos franceses se trataban con estos medicamentos y utilizaban la Homeopatía en sus pacientes; yo veía que en todas las farmacias ponía "Homeopathie" y además me enteré que la Homeopatía estaba integrada en Francia en el Sistema Nacional de Salud, por lo que tanto las consultas médicas como los medicamentos homeopáticos eran sufragados por la Seguridad Social. En España, en aquella época, la Homeopatía era prácticamente una desconocida, por lo que animada por los testimonios de mis compañeros médicos franceses, que se referían a la Homeopatía como una terapia muy eficaz y sin efectos secundarios, decidí formarme también en esta disciplina e inicié mis estudios de Homeopatía, también en la Universidad de Burdeos, estudios que duraron otros tres años, con clases también durante los fines de semana, a razón de dos fines de semana al mes lo que me permitió compaginar el estudio de esta especialidad con mi consulta privada.
Yo me instalé un mi ciudad natal, Valladolid, como médico acupuntor en 1983 y fui incorporando poco a poco mis conocimientos de Homeopatía a medida que mis estudios sobre esta materia iban avanzando. Tuve la gran suerte de tener como profesor de Homeopatía al Dr. Denis Demarque, eminente homeópata francés con quien, posteriormente, tuve el inmenso privilegio de dar clases cuando la homeopatía en España comenzó a desarrollarse.
De 1984 a 1994, además, trabajé como médico colaborador en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, cuyo Jefe de Servicio, el Dr. Izquierdo Rojo me propuso realizar tratamientos de acupuntura en su departamento, centrándome fundamentalmente en la terapia del dolor. Posteriormente incorporé también los tratamientos homeopáticos en los casos en lo que eran de utilidad.
Durante varios años mi ejercicio médico clínico se centró en la Homeopatía y en la Acupuntura, además de desarrollar una extensa labor docente en el campo de la Homeopatía, impartiendo clases de esta materia en Colegios de Médicos y de Farmacéuticos de numerosas ciudades españolas. En 1994 la Universidad de Valladolid creó un título de "Especialista Universitario en Homeopatía" siendo yo directora docente y profesora del mismo hasta el año 2010 en que se celebró la séptima y última edición del mismo.
En 1996, una compañera y amiga médico organizó unos cursos sobre una una técnica desarrollada por una terapeuta americana Chloe Woodsworth, y me recomendó que los hiciera porque eran muy interesantes. El método se llama "Resonance Repatterning" y es una técnica que nos permite experimentar cambios positivos en nuestra vida al reconocer y cambiar las limitaciones que podamos tener tanto en el campo de la salud, como de las relaciones, el trabajo o en cualquier otro área de la vida. Aprendí este método para uso personal con el objetivo de mejorar áreas de mi vida, pero cuando vi los cambios que yo iba experimentando así como los que ocurrían en el resto de las personas que utilizaban el método decidí incorporarlo en mi consulta. Es un método de gran belleza por la profundidad y facilidad con la que se llega al núcleo de los problemas y sorprendente la rapidez de los cambios positivos que se experimentan. En esta terapia se utiliza un test de Kinesiología para verificar la resonancia que tiene el paciente con todo lo que va saliendo a lo largo de la sesión. Y tras la terapia verificamos de nuevo mediante la Kinesiología los cambios que se han producido en la persona. Esta ha sido la forma en que yo conocí la Kinesiología y me pareció una extraordinaria herramienta de exploración, por lo que tomé la decisión de profundizar en la técnica cuando me fuera posible.
La oportunidad me llegó al poco tiempo, cuando un compañero mío de Gijón me comunicó que organizaba un curso de "Kinesiología holística" en el colegio de médicos de su ciudad. Obviamente me inscribí en el curso que era impartido por el Dr. Patrick Bache, médico odontólogo francés, afincado en Barcelona desde hacía varios años y experto en esta materia que a su vez el aprendió y perfeccionó en la escuela del Dr. Gian-Mario Espósito-Varese (médico odontólogo italiano). Esta técnica me impactó; yo que pensé que con la Homeopatía y la Acupuntura lo "había visto todo" me di cuenta que hay otras cosas, otras técnicas y otros medios muy útiles en el diagnóstico y tratamiento de los enfermos. Desde que terminé mi formación en kinesiología incorporé esta técnica diagnóstica a mi práctica médica habitual. El Dr. Bache me habló también de lo eficaz que resultaba la combinación de la Kinesiología como método diagnóstico o de evaluación y la Biorresonancia como instrumento terapéutico. Me dijo que con ambas se conseguían muy buenos resultados en un gran número de enfermedades y que muchos médicos ya lo aplicaban. Confié en sus palabras y después de confirmar los resultados con otros compañeros que utilizaban ambos métodos, incorporé a mi consulta un aparato de Biorresonancia Bicom que utilizo en la mayoría de mis pacientes. Estoy muy agradecida al Dr. Bache por lo que me enseñó. Hoy en día, para mi, la Kinesiología y la Biorresonancia son dos herramientas muy importantes en mi quehacer médico. La exploración Kinesiológica que realizo me da información acerca de las causas que pueden estar en el origen de la enfermedad, y con la Biorresonancia Bicom se corrigen muchas de esas causas. Además siempre utilizo la Homeopatía como tratamiento médico y utilizo la farmacología convencional cuando el caso lo requiere.
Estos territorios terapéuticos en los que me muevo han hecho de mi una "exploradora" infatigable y me han llevado a interesarme por otras técnicas que una vez estudiadas y valoradas en profundidad van enriqueciendo mi conocimiento y mi práctica médica.
También conocí al Dr. Isaac Goiz en Italia, en un curso que impartía sobre su técnica del par biomagnético, cuando en España aún no se conocía. Y también me he formado en Sintergética, con los Doctores Jorge Carvajal y Fermín Moriano. La Sintergética es una técnica que aúna e integra el conocimiento de diferentes técnicas energéticas como la acupuntura, la homeopatía, la kinesiología, la biorresonancia e integra toda la actualidad del conocimiento de la psico-neuro-endocrinología.
A todo esto tengo que añadir otra técnica terapéutica que he aprendido que se llama NAET, siglas que corresponden a "Nambudripad's allergy elimination techinques". Se trata de una técnica que combina la kinesiología como herramienta diagnóstica y la acupuntura como terapéutica para corregir algunas alergias que pueden ser la causa de muchas enfermedades.
Como mi deseo de aprendizaje no tiene límites, y siempre pienso que la vida me va poniendo en el camino aquello que necesito, hace ya unos años conocí, a través de una buena amiga y compañera, otra técnica muy interesante que se llama PNIT, siglas que provienen del término Psico Neuro-Inmunoterapia o técnica Solarte. Es un médico colombiano, el Dr. Armando Solarte quien ha desarrollado este método y tuve el honor de comenzar mi formación con él en julio de 2014. Esta técnica te da una visión más amplia aún de la salud y de la enfermedad y proporciona técnicas manuales muy interesantes para algunos procesos patológicos además de profundizar en la relación médico-paciente y en la ayuda que como personas podemos brindar a nuestros pacientes.
Mi aprendizaje de técnicas energéticas ha ido de la mano del estudio de todas las demás áreas de la medicina tanto a nivel diagnóstico como terapéutico ya que el conocimiento médico avanza rápidamente y es un desafío mantenernos al día.
El relato de mi trayectoria profesional es largo, porque es largo el tiempo que llevo ejerciendo la medicina. Esta es una profesión en la que nunca se deja de aprender cosas y me apetecía contarles como la vida me ha ido llevando por este sendero de la medicina energética. Creo firmemente que el futuro de la medicina pasa por la integración de todas estas terapias y otras en el quehacer médico. No puede ser de otra forma. Necesitamos ir hacia una medicina más eficaz y sin efectos secundarios. Tenemos que aprovechar lo mejor de la medicina convencional y lo mejor de las terapias médicas no convencionales. Esta es la filosofía de la medicina integrativa que aspira a integrar todo el conocimiento y experiencia médica en beneficio de nuestros pacientes. Y yo, sigo aprendiendo....